Desde la época en que la ECU Automotriz fue concebida para controlar las emisiones de vapor de combustible que los vehículos tiran a la atmósfera, mucha agua ha corrido bajo el puente pero en las premisas básicas este sistema de control no ha sufrido modificaciones demasiado sustanciales.

El combustible que se evapora por efectos de las temperaturas y otros, representa alrededor de un 20% de lo que potencialmente un vehículo puede llegar a contaminar y a partir de las leyes federales de los Estados Unidos y la Unión Europea, la exigencia de este control se ha hecho obligatoria y por ende han surgido los sistemas que atrapan estos vapores y los redirigen al motor el cual los termina quemando.

Todo esto se controla actualmente mediante la Computadora Automotriz que regula los componentes y la forma en que los gases se deben destruir sin liberar prácticamente nada de estos a la atmósfera en su forma original.

Este complejo sistema integrado por varias partes, está compuesto en la mayoría de los vehículos por un tanque de combustible que a su vez tiene un espacio para el aire que permite la expansión del calor. Este funciona a modo de colector de vapores que permite que estos fluyan hacia el resto de los componentes o sea el tapón del mismo tanque, los tubos que están asociados al proceso, las mangueras y el canasto de carbón.

La Computadora Automotriz controla que todos estos componentes de circulación funcionen correctamente y corrige posibles fallas en los sistemas de combustión de estas emisiones de vapor y uno de los sensores se encuentra en el tapón que es el que controla la presión mediante una válvula de seguridad integrada al sistema. Hasta que el motor no se enciende, estos vapores son dirigidos hacia el compartimiento de carbón donde se absorben por este canasto y quedan a la espera que el motor arranque y sean consumidos.

El funcionamiento es muy sencillo, la Computadora Automotriz estará pendiente de dar la orden para que la válvula de control de purga absorba los vapores, mediante el vacío que el motor realiza al encender a la misma vez que el aire del exterior ingresa a través del tubo con el filtro integrado.

La Computadora Automotriz se asegura de que los vapores se quemen de manera eficiente, esperando a que el motor esté en el estado óptimo para realizar esta operativa. Estos momentos digamos ideales, dependen en gran medida de la temperatura que debe ser superior a los niveles normales cuando el vehículo recién es encendido.

Al momento en que la temperatura alcanza estos niveles, el sensor de la Computadora Automotriz activa el vacío para que los vapores puedan ingresar a través de los sistemas de carburación o en el caso de los modelos actuales, de inyección. Cuando el momento es óptimo, la purga de los vapores se acentúa hasta que la Computadora Automotriz recibe la señal desde el sensor de oxigeno indicando la condición ideal para la combustión lo que se regula hasta que la señal desaparece y vuelve a la operativa normal.

Es importante que al momento de ubicar una falla en este sistema mediante la Computadora Automotriz, se concurra de inmediato al servicio mecánico ya que un diagnóstico preciso y una rápida reparación puede hacer la diferencia en la vida útil del motor.

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