Un condensador es un dispositivo capaz de almacenar energía en forma de campo eléctrico. Este aparato está formado por dos armaduras metálicas paralelas (que son generalmente de aluminio) separadas por un material dieléctrico (dícese del material aislante o con baja conductividad eléctrica. Los condensadores pueden ser encontrados dentro de los módulos de control electrónico automotriz. De hecho, en un automóvil, la batería se comporta como un gran condensador que amortigua la tensión cambiante generada por el sistema de carga.
Este dispositivo posee una serie de características, tales como: la capacidad, la tensión de trabajo, la tolerancia y la polaridad. El técnico automotriz debe aprender a distinguirlas. A continuación, la descripción de cada una de las características:
- Capacidad: la capacidad se mide en Faradios (F). Al resultar tan grande esta unidad, suelen utilizarse varios de sus submúltiplos, tales como los microfaradios (µF= 10-6 F), los nanofaradios (nF= 10-9 F) y los picofaradios (pF= 10-12 F).
- Tensión de trabajo: esta es la máxima tensión que puede soportar un condensador. Aunque esto depende también del tipo de condensador y del grosor dieléctrico con el que esté fabricado. Si llegara a superar dicha tensión, el condensador se perforaría (quedando cortocircuitado) y/o explotaría. En ese caso, debe tenerse cuidado al elegir un condensador, de forma que nunca trabaje a una tensión superior a la máxima.
- Tolerancia: se refiere al error máximo que puede existir entre la capacidad real del condensador y la capacidad indicada sobre su cuerpo.
- Polaridad: los condensadores electrolíticos y, en general, los de capacidad superior a 1 μF tienen polaridad. Lo anterior significa que la tensión debe aplicarse teniendo en cuenta sus terminales positivo y negativo. Al contrario de los condensadores con capacidad inferior a 1μF (a los que se les puede aplicar la tensión en cualquier sentido), los que tienen polaridad pueden explotar en caso de que la tensión que se aplique sea incorrecta.
En párrafos anteriores, se menciona la incidencia que tiene el tipo de condensador en la tensión máxima que éste puede soportar. Por esa razón, es importante exponer la clasificación de los condensadores.
Los tipos de condensadores a describir a continuación son los más comunes o los más fáciles de encontrar. Hay que recordar que la mayoría de estos componentes generalmente integran módulos de control o sistemas con una electrónica avanzada.
- Condensadores Electrolíticos: estos condensadores tienen el dieléctrico formado por papel impregnado en electrolito. Siempre tienen polaridad, y una capacidad superior a 1 μF.
- Condensadores Electrolíticos de tántalo o de gota: emplean como dieléctrico una finísima película de óxido de tantalio amorfo que, con un menor espesor, tiene un poder aislante mucho mayor. Tienen polaridad y una capacidad superior a 1 μF. Su forma de gota les da muchas veces ese nombre.
- Condensadores de poliéster metalizado MKT: suelen tener capacidades inferiores a 1 μF y tensiones de trabajo a partir de 63v. Se estructuran a partir de dos láminas de policarbonato recubierto por un depósito metálico que se bobinan juntas.
- Condensadores de poliéster: son similares a los anteriores, aunque con un proceso de fabricación algo diferente. En ocasiones, este tipo de condensadores se presentan en forma plana y llevan sus datos impresos en forma de bandas de color, recibiendo comúnmente el nombre de condensadores “de bandera”. Su capacidad suele ser como máximo de 470 nF.
- Condensadores de poliéster tubular: similares a los anteriores, pero enrollados de forma normal, sin aplastar.
- Condensador Cerámico “de lenteja” o “de disco”: son los cerámicos más corrientes. Sus valores de capacidad están comprendidos entre 0.5 pF y 47 nF. En ocasiones llevan sus datos impresos en forma de bandas de color.
- Condensador Cerámico “de tubo”: sus valores de capacidad son del orden de los picofaradios y generalmente ya no se usan, debido a la gran deriva térmica que tienen (variación de la capacidad con las variaciones de temperatura).
Es de vital importancia que todo técnico automotriz conozca los componentes electrónicos y que esté en capacidad de interpretarlos. El condensador es uno de los elementos más comunes que puede adquirir un técnico en una casa electrónica. Con un conocimiento amplio del tema, un técnico podrá tomar las mejores decisiones al obtener un producto. Este conocimiento, por supuesto, puede alcanzarse a través de una capacitación profesional que permita al técnico automotriz aprender de manera profunda sobre la electricidad y electrónica, y de esa forma puedan ampliar su oferta de servicios en cuanto al sistema electrónico de los vehículos.