Motores Diesel. El sistema que permite el control de gases de escape en los motores diésel se dividen en dos tipos: los que se implementan directamente en el motor y los sistemas post-tratamiento, ubicados directamente en el sistema de escape.
El primer tipo corresponde el sistema de circulación parcial de gases de escape (EGR).
El sistema EGR funciona recirculando una parte de los gases de escape a la cámara de combustión, esto permite que gases inertes ingresen reemplazando el exceso de oxígeno en la pre-mezcla de la combustión. Como el NOx se forma a partir de una mezcla de nitrógeno (N) y oxígeno (O2) que se somete a alta temperatura y presión en la cámara de combustión, la disminución de oxígeno creada por el sistema EGR disminuye la eficiencia de la combustión y por ende, la creación de NOx.
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Al segundo tipo corresponden los siguientes componentes y/o sistemas: catalizador de oxidación diésel (DOC), filtro de partículas diésel (DPF), fluido de escape diésel (DEF) y también conocido como AdBlue o ARLA y la reducción catalítica selectiva (SCR).
El catalizador de oxidación diésel (DOC) disminuye las emisiones de monóxido de carbono (CO) e hidrocarburos (HC) no quemados. El filtro de partículas diésel (DPF) disminuye el material particulado (PM), conocido comúnmente como hollín o humo. El fluido de escape diésel (DEF) dosifica una solución de urea inyectada antes del SCR que permite el funcionamiento de éste último. La reducción catalítica selectiva (SCR) disminuye las emisiones de NOx.
Este tratamiento en la pre-combustión del motor tiene 3 (tres) efectos secundarios: la ya mencionada disminución de la eficiencia del motor, el aumento de los hidrocarburos (HC) y del material particulado (PM); éstos dos últimos tienen que ser “intervenidos” posteriormente en los sistemas post-tratamiento en el ducto de escape, el caso del DOC y del DPF respectivamente.
Existen 3 (tres) clasificaciones de sistemas EGR que están determinadas por el porcentaje (%) de gases de escape que recirculan:
- Light EGR: 10 – 20 %
- Heavy EGR: 20 – 35 %
- Massive EGR: 35 – 50 %
Entre mayor sea el porcentaje a recircular existe, primero, la necesidad de refrigerar el sistema EGR, y segundo, la consecuente y mencionada elevación de HC y PM en la emisión de los gases de escape. Razón por la cual los fabricantes se han visto en la obligación de incorporar sistemas de post-tratamiento directamente en el ducto de escape para “procesar químicamente” estos gases nocivos emitidos y lograr la disminución de los niveles de tal forma que cumplan con los estándares más estrictos como la norma EURO V y EURO VI y poder así garantizar un aire más limpio.