La electromovilidad ya es una realidad en el mundo. Hay una propuesta en Dinamarca de reducir a 0 la producción de gas y petróleo en el año 2050. A esto agrego que, para el 2030, ese mismo país planea tener en circulación cerca de 1 millón de vehículos eléctricos, colocando impuestos más elevados a propietarios de vehículos cuya emisión de CO2 sea considerablemente alta. Por su parte, Japón posiblemente prohíba la venta de vehículos de gasolina, también en el 2030, según Portal Movilidad.
Avances en Colombia
En Colombia, la electromovilidad también está siendo considerada por muchos como una forma de ser más amigables con el medio ambiente. De hecho, la empresa Oasis Group tiene pensado invertir cerca de 600 millones de pesos en la estación de carga para vehículos eléctricos más grande del país, que estará ubicada en la ciudad de Bogotá.
De seguirse implementando tal iniciativa en el resto del país, seguramente la demanda de automóviles eléctricos aumentará. Y si el gobierno Colombiano en un futuro decide tomar las mismas acciones que otros países, como la de aumentar impuestos a propietarios de vehículos no sostenibles, será más rentable la adquisición de automóviles eléctricos.
Eso hablando de vehículos particulares. Pero los cambios hacia una movilidad sostenible en Colombia también se reflejan en el transporte público, con la implementación de autobuses eléctricos. Terpel ahora suministra energía a la flota de buses eléctricos más grande de Colombia, conformada por 483 vehículos, por lo que se está yendo por buen camino en la transición hacia una movilidad sostenible.
Latinoamérica
Chile también está teniendo presente la electromovilidad, pues recientemente se inauguró una electroterminal con la capacidad de suministrar energía a 110 buses simultáneamente. Actualmente existen 10 electroterminales y más de 700 buses eléctricos circulando en Santiago de Chile.
De hecho, el Programa para el Medioambiente de las Naciones Unidas recientemente destacó la labor y liderazgo de Chile, Colombia, Costa Rica y Panamá, por sus estrategias en pro de la electromovilidad en América Latina y el Caribe, con el fin de limpiar el aire.
También destacó a Argentina, México, Paraguay y República Dominicana.
Rentabilidad
Es preciso añadir que, la rentabilidad de adquirir vehículos eléctricos radica también en el hecho de que el coste de la electricidad es mucho más económico que el del petróleo; teniendo en cuenta además, que la generación de electricidad es constante.
La oferta de la electricidad supera por mucho su demanda (al menos en movilidad), por lo que hay electricidad que se está desperdiciando. En cambio, con el petróleo sucede exactamente lo opuesto. Este recurso es el más utilizado para la movilidad de muchos países (especialmente EE.UU), por lo que su demanda supera a la oferta.
La transición hacia el uso de vehículos eléctricos ya está siendo requerida, porque la mayor parte de la energía que se produce para la movilidad proviene de un recurso que en el futuro desaparecerá. Y los empleos que giran alrededor de los vehículos con combustibles derivados del petróleo también deberán adaptarse a los cambios. Es decir, en la actualidad, la especialización en vehículos eléctricos es algo exclusivo, pero en unos años, será una necesidad.
Por todo lo anterior, destaco la labor que estamos realizando desde Autosoporte Capacitación Automotriz para capacitar a los técnicos actuales, teniendo en cuenta los retos a enfrentar próximamente en cuanto a movilidad cero emisiones, contribuyendo así al bienestar del medioambiente.